Finalizando la década de los 90’s el gobierno peruano debilitó y en algunos lugares eliminó el terrorismo. Sendero luminoso era conocido como uno de los grupos terroristas más temerarios de la época en el Perú, debido a su forma, tan inhumana, de “hacer Política” a costa de la vida de más de 69000 víctimas. Tras el logro del gobierno, Sendero se dio por eliminado en tierras peruanas; sin embargo, algunos miembros de esta organización no se dieron por vencidos y ahora Sendero Luminoso renace con ayuda del narcotráfico.[1]
El nuevo SL se diferencia del SL de los 80’s y 90’s por ser más limitado en la forma de actuar, según informes el nuevo SL está tratando de reconstruir lazos con el sistema universitario, este último tuvo gran influencia en los 80´s. Mientras tanto, el nuevo SL se mantiene y crece económicamente gracias al tráfico ilícito de drogas. Este le proporciona a la nueva organización condiciones económicas para mejorar su relación, mediante la construcción de colegios e inversión en seguridad, con las comunidades locales remotas y olvidadas por el gobiernos peruano; es de esta manera, que la renaciente organización revolucionaria busca capturar nuevos reclutas y con el tiempo hacerse igual de fuerte y poderosa como lo era en los 80´s.[2]
En los últimos años, el Perú ha vuelto a tener ataques terroristas; si bien es cierto, estos ataques no son como los de la década de los 90’s, pero estos siguen arrancando vidas.
En diciembre del 2005, ocurrió un ataque terrorista donde 13 policías fueron víctimas en el sur del valle del rio Apurímac, lugar de sembrío ilegal de cocaína y narcotráfico. Semanas antes del ataque, en el sur del valle del rio Apurímac se inicio una operación donde el objetivo era la destrucción de pozas de maceración de pasta básica de cocaína. Iniciada dicha operación, los cocaleros se vieron afectados y por ende el narcotráfico también; por tanto, el ataque producido, simplemente, fue una respuesta a la operación iniciada por la policía antidroga y un aviso de confirmación ante la idea de un renacimiento terrorista.[3]
El 9 de agosto del 2008 ocurrió otro ataque terrorista en Tintaypunco, Huancavelica, cuando un grupo de militares regresaba a su base de Cochabamba Grande en camiones acompañados de lugareños. El grupo terrorista puso una bomba, haciendo que esta explote en el camión donde iban los pobladores, cuando el camión que llevaba la bomba explotó, los rebeldes abrieron fuego contra el resto de vehículos, en respuesta los militare contraatacaron rápidamente, produciéndose así un enfrentamiento que duro varias horas.[4]
Como ya vimos los ataques del 2005 y del 2008 fueron obra del nuevo sendero luminoso, grupo mantenido por el tráfico ilícito de drogas, y así como estos ataques hubieron muchos. Estos ataques se dieron y se dan todavía como respuesta a operaciones antidrogas, lo cual nos indica que el narcotráfico va en aumento; y por ende, su poder en zonas remotas y de sembrío de coca también.
Finalmente, ¿Cómo combatimos el terrorismo? La respuesta no es tan simple, el gobierno primero tiene que empezar por reconocer que el terrorismo en realidad es un gran problema que necesita más que operaciones violentas. Si queremos eliminar el terrorismo por completo, primero tenemos que empezar por comprender su ideología y tratar de saber el porqué de esta.[5]
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